Liocarcinus vernalis (2 de 3)

Descripción

Y como lo prometido es deuda, subo estas tres fotos de un par de ejemplares de Liocarcinus marmoreus que me encontré el pasado sábado, buceando en la zona de Punta Subrido, en Cangas do Morrazo. Se trata de una especie que creo que aún no tiene ficha ni fotos en la web. Su caparazón presenta un diseño moteado en tonos castaños y castaño-rojizos, con manchas simétricas a ambos lados, que les sirve de camuflaje perfecto en los fondos de arena en que viven (posiblemente de ahí le venga el nombre específico de “marmoreus”). En la foto 3 se aprecia la postura semienterrada en la arena y de vigilancia que les gusta adoptar. Las diferencias con las especies próximas Liocarcinus holsatus y Liocarcinus vernalis son pequeñas, especialmente con la segunda de ellas, por lo que hay que ir con ojo para no confundirlos. Así: en Liocarcinus vernalis y en Liocarcinus holsatus la longitud del meropodio del 5º pereiópodo no supera la mitad proximal del meropodio del 4º pereiópodo (en Liocarcinus marmoreus sí lo hace, como se puede ver en la foto 2); en Liocarcinus marmoreus la superficie del caparazón es básicamente lisa o muy poco granulosa, mientras que en Liocarcinus vernalis es granulosa y con pilosidad corta, siendo usualmente lisa o con escasa granulación irregular en Liocarcinus holsatus; en Liocarcinus vernalis y en Liocarcinus holsatus hay un diente posterior en el margen externo del carpopodio de los quelípedos y las quillas dorsales en dicha articulación están bien marcadas, mientras que en Liocarcinus marmoreus dicho margen carece de tal diente y las quillas son poco visibles; en Liocarcinus marmoreus y en Liocarcinus vernalis los dáctilos de los pares de propodios tercero al cuarto poseen sedas que no se extienden más allá de su mitad proximal, en Liocarcinus holsatus la superan ampliamente; en Liocarcinus marmoreus el rostro entre ambos ojos está poco proyectado hacia delante, y lo forman tres dientes más bien redondeados, como se puede ver en la foto 3, y quizás, un poco mayores los de los lados que el del centro, mientras que en Liocarcinus vernalis esos dientes rostrales son algo más agudos -especialmente el central- y de longitud parecida y en Liocarcinus holsatus los dientes son más afilados y el mediano un poco más avanzado que los laterales, etcétera. Vaya, que da como para volverse tonto y al final no acertar. Sin duda, en estos ejemplares de las fotos hay claros pero también otros que lo son menos, de manera que apetecería considerarlos híbridos. No obstante, la acumulación de rasgos diferenciales más claros o determinantes que otros y el siempre discutido pero socorrido recurso de buscar imágenes en libros o en Internet para poderlos comparar me llevan a la conclusión de que se trata de Liocarcinus marmoreus (aunque, claro está, someto esta conclusión a cualquier otro criterio mejor fundado que éstos que acabo de exponer, je, je…). Hale, despertad que ya llegó de rollo por hoy. Un saludo.

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