Castro de Os Castros en Taramundi
El castro no fue fundado en época romana, sino entre ochocientos y novecientos años antes, es decir, durante la Edad del Bronce, a la que pertenecen varias construcciones halladas durante las excavaciones. Éstas han permitido exhumar también una sauna de época romana exclusiva de los poblados castreños del cuadrante noroeste pensinsular, así como edificios, tramos de calles y cortos segmentos de fortificaciones correspondientes a diferentes épocas del castro. En abril de 2008, el Ayuntamiento de Taramundi abrió, en una casona antigua, un Centro de Interpretación dedicado al castro. La planta baja, que comparte con la Oficina de Turismo, dispone de un aula didáctica, que incluye paneles explicativos sobre la historia del poblado y la evolución de los trabajos de excavación, así como réplicas de los principales materiales hallados.
Las excavaciones arqueológicas en el castro de Taramundi
El lugar de Os Castros fue reconocido como poblado fortificado en 1969 por José Manuel González, quien lo registró con la denominación de El Castro. El yacimiento se extiende en el límite meridional del casco urbano de la localidad de Taramundi, sobre un promontorio ligeramente desprendido de la sierra de Eiroá hacia el mediodía.A pie de su pronunciada ladera, describiendo un amplio arco, discurre el río Cabreira, tributario del Eo y con nacimiento en la sierra del Ouroso. El poblado se localiza a una altitud de 230-250 metros sobre el nivel del mar y se extiende sobre una superficie próxima a las 2 hectáreas. Es, por tanto, uno de los mayores castros catalogados en las tierras interiores del Navia-Eo, si bien una parte del recinto fue seriamente alterada durante las obras de apertura de la carretera que, serpenteando por la colina, conduce hacia Mazonovo. El castro se define como un recinto delimitado hacia el norte por un profundo foso excavado en la roca, por el que hoy discurre una calle asfaltada, con escarpes subverticales que debieron superar ampliamente los 4 metros de profundidad y los 6 m de amplitud.
Es muy probable que otro foso exterior completase su dispositivo defensivo, hoy casi irreconocible como consecuencia de la urbanización creciente de los terrenos.
Las excavaciones arqueológicas se iniciaron en julio de 2000 como parte de las actividades programadas en el Plan Arqueológico de la Cuenca del Navia-Eo, documento por el que la Consejería de Cultura y Turismo planifica las intervenciones a desarrollar en el área occidental de la región. En este caso, con la colaboración del Ayuntamiento de Taramundi y la asociación local de hostelería (ANTURTA), que asumieron los gastos derivados del alojamiento y manutención del equipo de investigadores así como diversas obligaciones relativas a la logística de excavación y mantenimiento de las ruinas.
Desde julio de 2000, los trabajos se han sucedido periódicamente bajo la dirección de los arqueólogos Alfonso Menéndez, José Antonio Fanjul y Ángel Villa.
La secuencia de la ocupación
El estudio del poblado de Os Castros es complejo al poseer una prolongada secuencia de ocupación formada a lo largo de unos mil años de historia hasta su clausura definitiva como lugar de habitación. Todo parece indicar que el lugar estuvo habitado desde el Bronce Final, entre los siglos IX-VII a.C. La instalación de este primer asentamiento significó una profunda y laboriosa transformación del solar original por la cual se rebajó y regularizó la base rocosa. De la traza de aquella primitiva trama edificada tan sólo restan hoy las canalizaciones que drenaban las cabañas, algunos hoyos y cortos tramos de muros adosados al escarpe que protegía este núcleo septentrional del poblado. Su condición de lugar fortificado puede deducirse de la traza de la muralla que cerraba el emplazamiento hacia el oeste y el foso excavado bajo una de las construcciones. Durante la II Edad del Hierro el poblado se desarrolla sobre los sedimentos que sepultaron buena parte de las estructuras anteriores. Se trata de construcciones en piedra, de plantas con tendencia circular o, en todo caso, rehuyendo el remate en ángulo, sin paredes medianeras y cubiertas probablemente vegetales, pues no existe indicio alguno de otro tipo de tejados.Entre los ajuares correspondientes a la ocupación prerromana la cerámica es el material de uso doméstico más abundante en el yacimiento. Eran recipientes fabricados sin torno y cocidos en hornos de ambiente reductor, lo que les proporcionó superficies de tonos oscuros con frecuencia bruñidas, espatuladas y, ocasionalmente, ornamentales con motivos estampillados.
Los restos metalúrgicos son también abundantes en este periodo. Algunas evidencias apuntan el uso de instrumental y armamento de hierro varios siglos antes de la llegada de Roma. Es el caso de un pequeño puñal de antenas con empuñadura y contera de bronce, hoja de hierro y vaina de madera datada hacia el siglo VIII a.C. Se trata de un tipo de pieza característica de los pueblos prerromanos del N.O. peninsular.
En época romana se produce una importante reforma del poblado. Se construyen nuevos edificios, ahora de planta ortogonal y compartimentados en varias estancias. Las viejas construcciones prerromanas o bien se destruyen o bien se transforman y adaptan a la nueva organización espacial del poblado.
Extracto del artículo publicado en 2007 por A. Villa Valdés, A. Menéndez Granda y J. A. Fanjul Mosteirín en el libro Excavaciones arqueológicas en Asturias 1999-2002 con el título «Excavaciones arqueológicas en el poblado fortificado de Os Castros», en Taramundi.
Taramundi arqueológico, guía informativa con textos de Ángel Villa Valdés, editada en 2007 por la Mancomunidad Oscos-Eo a través de su Plan de Dinamización Turística.
Fotografías de Castro de Os Castros en Taramundi
Dispones de 4 fotografías de Castro de Os Castros en Taramundi