Necrópolis de la Peña del Mazo
Las oquedades se encuentran excavadas en el lado oriental de la pared sur del peñasco. La inferior tiene 3 m de boca, 2,5 m de profundidad y 1,5 m de altura y en su interior se han documentado hasta cuatro tumbas excavadas en la roca, tres de ellas cubiertas de sedimento. La oquedad central tiene 2 m de boca, 1 m de profundidad y 1,5 m de altura. Desde las oquedades se asciende a la zona superior del farallón a través de unas escaleras que han sido talladas en la roca. En la parte este de esta parte superior se pueden contemplar tres tumbas antropomorfas con cabecera rectangular y de orientación este-oeste. Desde este lugar y avanzando hacia el oeste las tumbas son similares, variando ligeramente sus dimensiones o características morfológicas.
En la zona central, más ancha, aparece una hondonada de posible planta rectangular bordeada por una elevación en el terreno, alrededor de la que se observa algún fragmento de teja, que pudiera ser los restos de una ermita. El extremo oeste del farallón está cubierto por numerosas tumbas de individuos adultos e infantiles y se observan numerosos entalles y mechinales así como posibles nichos.
Se han identificado un total de 90 sepulturas de tipo bañera y antropomorfas distribuidas en toda la superficie de la peña. Algunas sepulturas conservan los rebajes perimetrales que permitían asentar las tapas de cubierta y los canales que permitían evacuar el agua de lluvia.
Las tumbas más antiguas están situadas en la parte baja del farallón y no están excavadas en la roca sino hechas con lajas; llama la atención de estas tumbas la teja (imbrex) que se incaba detrás de la cabeza del cadaver y que sobresaldría de la tumba a modo de estela funeraria. Consta también el yacimiento de una turris semirrupuestre que contralaría un paso (meatus) que ascendería la Sierra de Arcena.
Fotografías de Necrópolis de la Peña del Mazo
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