Tox
El palacio es un hoy día un edificio privado que comenzó a construirse en 1570, no finalizando las obras hasta 1770. Estilísticamente poseé una clara influencia del arte palaciego gallego. Tiene una planta en U y un torreón principal que tiene tres pisos y está coronado por almenas. La fachada es purista y desornamentada, los muros son de mampostería de pizarra con sillares labrados en granito en los marcos de los vanos y esquinas del edificio. Perteneció a la familia de los Castrillón, cuyos escudos aparecen en la torre y sobre la puerta principal.
A finales de la Edad Media se levantaron muchas torres defensivas debido a la inestabilidad política general; algunas de esas torres tenían carácter residencial y a ellas se fueron adosando en siglos sucesivos (XVII y XVIII) viviendas y otros edificios (cuadras, almacenes, bodegas,...) que se distribuían alrededor de un patio central. Un muro de mampostería rodeaba el conjunto y a el solía asomarse la capilla que en muchos casos era semipública. El edificio principal solía ser de mampostería salvo en los marcos de las pequeñas ventanas, en las portadas decoradas y en las esquinas, donde se solían emplear sillares de piedras más resistentes. Frecuentemente era también la aparición de escudos de armas e inscripciones en la fachada principal o en la torre. La planta baja de la casa solariega solía dedicarse a actividades relacionadas con la agricultura y la ganadería, con fiel reflejo de la economía de la época, en la planta superior de desarrollaba la vida familiar. La arquitectura religiosa, que hasta entonces había sido la dominante pasa a un segundo término a favor de la civil.
En Tox es interesante pasear y contemplar las buenas muestras de la arquitectura americana, así como los hórreos con originales barroteras y rematados en cruces de pizarra. No queda muy lejos la Playa de Barayo, declarada Reserva Natural Parcial.
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