Las anémonas

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Este grupo de Cnidarios es el más abundante de todos. Los "animales flor", que es lo que quiere decir antozoo, son unas 6000 especies de animales, todos ellos marinos, que se pueden encontrar desde el intermareal a más de 5000 m de profundidad. Es muy característico de ellos tener algas simbiontes dinoflageladas del género Symbiodinium, que gracias a su capacidad fotosintética proporciona nutrientes al pólipo.

Durante su ciclo vital permanecen como pólipos, no existiendo la fase medusa. Su cavidad gástrica es amplia, y está dividida en varias cavidades por septos que son invaginaciones de la pared del cuerpo.

Morfología

El cuerpo de los pólipos de los antozoos tiene forma cilíndrica (columna), es muy musculoso, y está cerrado en su parte Esquema de la anatomía interna de la anémonainferior por un disco basal de fijación; en la parte superior se encuentra el disco oral, que se está rodeado por varios tentáculos, a menudo dispuestos en varias coronas, y todos armados con potentes cnidocitos. La boca está situada en el centro del disco oral y se abre al exterior mediante la actinofaringe, un tubo aplanado lateralmente, que puede tener uno o más extremos alargados y ciliados que se encargan de mantener la circulación en la cavidad gástrica cuando la boca está cerrada, y que se llaman sifonoglifos (ver figura 1, mostrando las principales partes de los pólipos antozoos, todas las figuras de la página © Biodidac). La cavidad gástrica está dividida en varias cavidades por septos o mesenterios verticales de disposición radial, que son invaginaciones al interior de la pared del cuerpo; en su extremo libre tienen unos filamentos mesentéricos cargados con cnidocitos que se encargan de la digestión y matar la presa. Hay mesenterios llamados perfectos o completos, que ocupan todo el espacio desde la base al disco oral, y otros que terminan abruptamente y no alcanzan el disco oral, llamándose entonces imperfectos o incompletos (figura 2, corte transversal de un antozoo).

Corte transversal de una anémona


El final de los septos es trilobulado y se denomina filamento mesentérico; al ser más largo que el septo se suele encontrar plegado. El lóbulo medio, rico en cnidocitos, en ocasiones se prolonga en unos acontios por la parte inferior del septo, que pueden salir al exterior por la boca o unas perforaciones de la pared del cuerpo llamadas cinclidos, y que tienen función defensiva; los lóbulos medios tienen numerosas células ciliadas que ayudan en la circulación del agua (figura 3, corte transversal de un septo mesentérico de un antozoo, © Biodidac).

Corte de un tabique interior de la anémona

Reproducción

Los antozoos pueden reproducirse tanto asexualmente como sexualmente.

  • Asexualmente se reproducen por gemación, igual que otros grupos de Cnidarios. Entre los tipos de gemación que podemos encontrar destacamos la fisión longitudinal, en la que los dos individuos formados pueden permanecer unidos en el caso de los coloniales, o separarse si son solitarios; muy pocas lo hacen por fisión transversal. El otro tipo, la laceración pedal, se produce sólo en individuos solitarios; en ella se produce una yema en el disco basal a medida que el animal se desplaza, y cuyas sucesivas roturas pueden originar hasta varios individuos. Puede ocurrir que los pólipos se formen en el interior de la cavidad gástrica y salgan al exterior por la boca del pólipo progenitor.

  • Cuando se reproducen sexualmente, en la mayoría de la especies los sexos están separados, es decir, hay individuos machos y hembras, aunque en algunas existe el hermafroditismo. Las gónadas se encuentran en las paredes de los septos, y vierten sus productos sexuales a través de la boca al agua, donde se produce la fecundación y se origina una larva plánula que posteriormente se fija al sustrato y origina un nuevo pólipo.

3. Clasificación y características de los grupos

Las especies de antozoos que podemos encontrar en el Cantábrico se pueden agrupar en dos subclases, la Subclase Octocorallia y la Subclase Hexacorallia.

  • Octocoralarios (O. Octocorallia): incluye a las gorgonias, manos de muerto y plumas de mar. Son todos coloniales, y se caracterizan por tener sus pólipos ocho tentáculos pinnados y ocho septos completos dispuestos radialmente, además de un sólo sifonoglifo. La organización de los distintos tipos es semejante, diferenciándose solamente en la disposición del esqueleto. Sus pólipos, relativamente pequeños, están inmersos en una base carnosa de mesénquima celularizado que se llama cenénquima y que interconecta los diferentes miembros de la colonia; esta capa está rodeada de una red de tubos gastrodérmicos o solenios que conectan las cavidades gástricas de los pólipos. La superficie del cenénquima está cubierta por una capa de epidermis continua con la epidermis de los pólipos, de forma que sólo la porción superior de los pólipos asoman cuando están extendidos. La mesoglea está ocupada por unas células ameboides que son las encargadas de segregar el esqueleto; este esqueleto es interno, a diferencia del que presentan los hexacoralarios, y está formado por espículas calcáreas. Las gorgonias presentan además una varilla axial central, que está compuesta por una sustancia orgánica, la gorgonina, muchas veces cubierta de una vaina de carbonato cálcico; en ocasiones se produce una alternancia entre segmentos calcificados y no calcificados; por fuera de este esqueleto está el cenénquima con los pólipos (ver figura 4).

Anatomía interna de un octocoralario.

  • Hexacoralarios (Subclase Hexacorallia): incluye a las anémonas y corales. Es un grupo de antozoos caracterizado porque sus pólipos tienen un elevado número de septos y tentáculos filiformes, no pinnados, en número de seis o múltiplo de seis, y sin sifonoglifos o con un par. Pueden ser solitarios o coloniales, que pueden formar en ocasiones un esqueleto calcáreo y a veces córneo. Entre los grupos principales destacamos 4 órdenes:

    • Actinarios (O. Actinaria): son las anémonas de mar y las actinias. Son siempre solitarios y carecen de formaciones esqueléticas y siempre son mayores y más gruesos que los pólipos de los hidrozoos. Su cuerpo está formado por una gruesa columna muy contráctil, capaz de contraerse y ocultar los tentáculos en su interior. Poseen acontios que usan como armas defensivas cuando son molestados. Entre las especies más importantes y conocidas del Cantábrico tenemos:

      • Actinia equina: llamada comúnmente "tomate de mar", se caracteriza por su color rojo y por ser capaz de retraer completamente sus tentáculos. Vive en el intermareal, donde se alimenta de pequeños animales, aunque pueden capturar incluso peces; pueden pasar mucho tiempo sin alimentarse, reduciendo entonces su tamaño notablemente. Es una especie vivípara. Fotografía © Juan Luis Menéndez.

        Actinia equina

      • Anemonia viridis : igual que la anterior, también vive en el intermareal, pero se diferencia en que al retirarse el agua no retrae sus tentáculos, dejándolos desparramados por el suelo. Tiene algas simbiontes en los tentáculos y cuerpo, lo que le suele dar un color con iridiscencias verdosas. Fotografía © Juan Luis Menéndez.

        Anemonia viridis

      • Aiptasia mutabilis: aunque suele encontrarse en el submareal, es posible hallarla en el intermareal. Su color castaño con manchas azuladas la hacen una de las más fotografiadas. Fotografía © GEAS.

        Aiptasia mutabilis

      • Actinothoe sphyrodeta: bastante llamativa por su color completamente blanco y que podemos encontrar bajo las piedras en zonas generalmente umbrías y húmedas.

      • Destaca la presencia de dos anémonas simbiontes que viven sobre las conchas de gasterópodos que son ocupadas por cangrejos ermitaños. Calliactis parasitica tiene una columna oscura rayada o manchada, y es trasladada por el ermitaño a su nueva concha con sus pinzas cada vez que cambia de casa. Adamsia carciniopados es de color rojizo o pardo, y para evitar que el cangrejo abandone la concha al crecer, segrega una expansión quitinosa para aumentar el volumen de la concha; es característico que emita unos acontios violáceos al ser molestada, como muestra la foto inferior.

        Adamsia carcinopados


      Corynactis viridis
    • Coralimorfos (O. Corallimorpharia): este grupo engloba a las anémonas joyas, entre las que destacan los conocidos Corynactis. Se caracterizan por tener unas pequeñas bolas al final de los tentáculos (tentáculos capitados) y por carecer de esqueleto (fotografía derecha, Corynactis viridis, © GEAS).

    • Antipatarios (O. Antipatharia): son los corales negros o espinosos, semejantes a gorgonias, cuyos pólipos forman colonias erguidas y arbustivas. El esqueleto está formado por una zona axial rodeada de material córneo negruzco y espinoso. Viven en aguas profundas de mares tropicales y zonas contiguas, pero son el grupo menos estudiado de los antozoos. En el Cantábrico se encuentra Parantipathes larix, que está formado por un eje no ramificado sobre el que se sitúan los pólipos de forma helicoidal.

    • Madreporarios (O. Scleractinia): son los corales pétreos y los formadores de los arrecifes coralinos. La mayoría son coloniales y todos presentan un esqueleto de carbonato cálcico. Este esqueleto es segregado por la mitad inferior de la columna y el disco basal del pólipo, formándose una estructura en forma de copa llamada cáliz, que es donde permanece el pólipo y que está protegida por una teca o muralla y la placa basal. En el suelo del cáliz existen unos escleroseptos radiales, delgados y calcáreos, que penetran en la base del pólipo, siendo así un reflejo de la disposición interna de los septos del pólipo: hay un esclerosepto entre cada dos septos del pólipo, pudiendo ser completos e incompletos según sean los del pólipo; este conjunto esquelético se llama coralito. La parte externa de la columna está plegada hacia afuera para permitir la conexión con otros pólipos; de esta forma, todos los pólipos están conectados por una lámina de tejido horizontal que recubre todo el esqueleto y está formada por una extensión de la cavidad gástrica y epidermis en la zona externa e interna, segregando esqueleto también esta última (ver figura 5 y fotografía inferior de una colonia y un coralito, © Biodidac).

      Madreporario. Esquema Coralito

      Aunque en el Cantábrico no haya especies de madreporarios de tamaño semejante a las que podríamos encontrar en mares tropicales, hay que destacar la presencia de Balanophyllia regia y Caryophyllia smithii (fotografía inferior, © Ricardo Roberto Fernández), ambas con unas bolillas al final de los tentáculos; tienen colores llamativos, verdosos o amarillentos, y no suelen superar el centímetro de altura. Estas dos especies son solitarias, pero existen también otras que son coloniales, como Dendrophyllia ramea (el coral amarillo) y Lophelia pertusa, de color amarillento o anaranjado.

      Balanophyllia


    • Ceriantarios (O. Ceriantharia): son bastante parecidos a las anémonas, pero tienen el cuerpo bastante alargado y adaptado a vivir en tubos formados por mucus y granos de arena que el mismo produce y mantiene enterrado en la arena o fango. Tienen un sólo sifonoglifo y numerosos septos todos ellos completos. Su parte basal es redondeada y no aplanada como la de los actinarios, y en ella tiene un poro por el cual expulsa el agua al contraerse bruscamente, pero que no actúa como si fuese un ano. Destaca en nuestra costa Cerianthus lloydii (fotografía © J. M. Rico), del que sólo veremos los tentáculos asomar del tubo; tiene dos coronas de tentáculos de distinta longitud, unos largos externos y unos cortos internos, de color pardo generalmente pero que puede tener varias tonalidades azuladas o verdosas.

      Cerianthus

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Aida Lorenzo Corchón

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Aida Lorenzo Corchón. "Las anémonas". asturnatura.com [en línea] Num. 40, 12/09/2005 [consultado el 17/5/2023]. Disponible en https://www.asturnatura.com/temarios/biologia/cnidarios/anemonas.
ISSN 1887-5068

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